Hoy nos referiremos a la caracterización de las Matemáticas en el Bachillerato General Unificado (BGU), que regirá desde el próximo mes de septiembre.
En la propuesta -que estamos seguros, regirá sin modificación alguna-, se dice que: “Los contenidos de las asignaturas deberán organizarse por categorías, a fin de que se orienten a logros de aprendizaje también categoriales y se racionalice el número de unidades didácticas o de módulos, según sea el enfoque curricular utilizado, asignados a cada año escolar”. Aquí justamente empieza el gran problema; pues, al racionalizar el número de unidades didácticas, quienes impartimos esa materia, nos toparemos con la infeliz realidad de que, las 4 horas de clase que los estudiantes recibirán semanalmente, durante los tres años del bachillerato; serán insuficientes para prepararles en el dominio de los diferentes contenidos. En el bachillerato actual, los estudiantes que estudian Física y Matemáticas, en los tres años suman un total de 19 horas semanales de Matemáticas; en el BGU, tendrán sólo 12 obligatorias, y 4 opcionales (en el último año). Así pues, enseñando a profundidad -como debe ser-, resultará imposible, lograr que el ‘nuevo bachiller’ esté “en condiciones óptimas para continuar sus estudios matemáticos a nivel superior”, como pretende la propuesta del BGU. Peor aún, se podrá conseguir el “perfil de salida” que asegura -entre otras cosas-, que el ‘nuevo bachiller’: “Resuelve problemas mediante modelos construidos con la ayuda de funciones elementales; álgebra y geometría; elementos de la matemática discreta, de la estadística y de las probabilidades… Comprende el alcance de la información estadística, lo que le ofrece elementos para el ejercicio de una ciudadanía democrática”. Quienes redactaron eso, seguro que no saben lo que es enseñar Matemáticas.
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